¿A quién le importa evaluar el Congreso?

Congreso.mx
Salón de sesiones del Congreso Federal Mexicano. Foto Reuters

Por María del Carmen Nava*.

La responsabilidad de supervisar, evaluar y sancionar la tarea pública es del ciudadano con ayuda del sistema legal y difusión de los medios de comunicación. Por fortuna, las redes sociales resultan un buen aliado para la exigencia de transparencia.

Parte fundamental del alimento de los sistemas democráticos es la ciudadanía. ¿Cuál es la calidad de la información que está a su alcance para participar en la vida pública? Las organizaciones de la sociedad civil y thinktanks ¿cumplen con el papel de retroalimentarla, de divulgar lo suficiente y utilizar palabras simples y directas? ¿Alguien mide su alcance y grado de influencia para mejorar el status quo?

«“Todo lo que no se evalúa, se devalúa”. Miguel Ángel Gonzalo, funcionario de las Cortes Generales de España

Piso 16

Los thinktanks son organizaciones que realizan investigación, análisis y asesoran sobre asuntos de políticas públicas, facilitan información para una mejor toma de decisiones de los actores públicos. De acuerdo al Reporte 2012 del Programa de Sociedades Civiles y ThinkTanks, en el mundo hay 6,603 thinktanks; seis de cada diez se ubican en Norteamérica y Europa occidental. Del top de países con mayor número de estas agrupaciones, México se encuentra en el lugar 16.

En segundo sitio de Latinoamérica después de Argentina, los mexicanos cuentan con un thinktank por casi cada dos millones de personas. En contraste, en Estados Unidos hay uno por cada ciento setenta y un mil habitantes, lo que repercute en una mayor cobertura de temas que enriquezcan el debate democrático.

think_tanks.2012

Devaluaciones

“Todo lo que no se evalúa, se devalúa”. Leía una reflexión de Miguel Ángel Gonzalo, funcionario de las Cortes Generales de España, sobre la apertura de foros ciudadanos respecto de temas parlamentarios que fueran de interés. La reflexión giraba sobre la conveniencia de integrar la participación ciudadana a los debates y decisiones parlamentarias.

En México apenas se abre este debate; falta mucho por hacer del lado ciudadano, de organizaciones cívicas, especialistas y por supuesto, de los legisladores. El último caso de acción colectiva ciudadana en materia legislativa, es la iniciativa Internet para todos. El Senado recibió 72 firmas de mexicanos a favor de reformar la constitución y legislar para que el Internet sea de libre acceso en el país.

Independientemente de la factibilidad y costo de operación de la propuesta y de que en materia educativa México tenga un rezago monumental, en el que hay prioridades previas a la necesidad de contar con Internet para todos (como tener infraestructura básica en escuelas), el esfuerzo de acción colectiva es valioso. Establece un precedente y como todo mecanismo democrático, la participación requiere de seguimiento y negociación.

En el desierto

Llevamos tres lustros con algunas mediciones básicas de la actividad legislativa a nivel federal. Al asistir a foros internacionales y semblantear en perspectiva los más de doscientos años de creación del Congreso en México vs su operatividad, transparencia y evaluación, es deprimente. En vez de celebrar un bicentenario de vida parlamentaria, presenciamos una adolescencia legislativa de quince años que no cuenta con lo mínimo de transparencia.

Contabilizar iniciativas sin conocer el grado de enmiendas o modificaciones que se realizan en comisiones o en el Pleno; conocer las asistencias de legisladores a sesiones plenarias sin valorar la actividad que tienen en comisiones, es arar sobre el desierto. Se llegará a una meta, pero a pasos muy pequeños.

Es justo aquí donde los thinktanks deben demostrar su capacidad de respuesta a la realidad; es la ventana de oportunidad para llevar el análisis de instituciones legislativas a profundidad. Urge generar información sólida, especializada, con metodología abierta que no únicamente esté en manos de quienes puedan pagar por ella.

Lupa ciudadana

La responsabilidad de supervisar, evaluar y sancionar la tarea pública es del ciudadano con ayuda del sistema legal y difusión de los medios de comunicación. Por fortuna, las redes sociales resultan un buen aliado para la exigencia de transparencia.

Han pasado cinco meses de que se firmó a nivel mundial la Declaración sobre Transparencia Parlamentaria; recordemos que busca cuatro aspectos: 1) promover una cultura de la transparencia; 2) transparentar la información parlamentaria; 3) facilitar el acceso a la información parlamentaria; 4) permitir el acceso electrónico y el análisis de la información parlamentaria. En todos ellos, México debe expresar un compromiso y mostrar avances concretos.

En esta LXII Legislatura la Cámara de Diputados ha dado indicios de mejorar el portal oficial de Internet, expresado por la Comisión Especial de Acceso Digital y Telecomunicaciones. Veremos si llevan a buen término su agenda de trabajo y si el Senado de la República emulará sus pasos.

Recordemos que en ambas cámaras, la información de la actividad legislativa que reflejan sus portales es de corto alcance (menos de quince años de antigüedad en el mejor de los casos). Iniciativas y votaciones es lo único que se puede encontrar en Diputados y no en un formato que permita procesar la información.

Del trabajo en comisiones hay pocos informes, de los grupos parlamentarios igual e incluso de los órganos de gobierno. Hay una gran ausencia de indicadores que evalúen si los legisladores cumplen con las obligaciones legales que tienen de supervisar al Poder Ejecutivo (más allá de la Cuenta Pública).

«El gobierno abierto implica transparencia, participación y colaboración. Cuando se cuenta con mucha información sin clasificar, ordenar, sin un índice y sin formato accesible para analizarla, es como bucear en el mar sin tanque de oxígeno» María Nava

El concepto de gobierno abierto implica transparencia, participación y colaboración. Cuando se cuenta con mucha información sin clasificar, ordenar, sin un índice y sin formato accesible para analizarla, es como entrar a bucear al mar sin un tanque de oxígeno. Deseamos que los ciudadanos participativos, especialistas y legisladores crezcan exponencialmente y que colaboren a construir un Congreso que forme parte de una democracia más ágil


Publicado en Animal Político.

*María del Carmen es Politóloga y especialista en Poder Legislativo, partidos políticos y Estado abierto.

Puntuación: 1 de 5.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Google photo

Estás comentando usando tu cuenta de Google. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.